ARTÍCULO DE PORTADA
ización de estructuras. Depth (intensidad/
profundidad) modifica qué tan lejos viajan
las ondas de ultrasonido dentro del cuerpo
por medio de la regulación de la frecuen-cia
emitida. Tenga en cuenta, al igual que
al comparar diferentes transductores, se
aplica el mismo “toma y dame”: Entre más
profundo se mire, la resolución de la imagen
se disminuirá. Cuando el Depth es ajustado,
la escala en el lado de la pantalla cambia,
permitiendo una rápida estimación de que
tan lejos dentro del cuerpo un área de interés
reposa.
Las máquinas de ultrasonido modernas
manejan diferentes modos de uso. El modo
“standard” que viene a la mente cuando se
imagina una imagen de ultrasonido es el
modo bidimensional (2D). Las imágenes
son creadas simplemente basadas en la
ecogenicidad de las estructuras. El modo
es también referido comúnmente como
B-mode , para (brillo/iluminación), porque
las estructuras son presentadas en niveles
variables de iluminación/brillo dependiendo
de su ecogenicidad.
El M-mode es utilizado para presentar
información concerniente al movimiento.
Una imagen B-mode es mostrada con una
línea vertical a través de ella. Cuando el
M-mode es activado, aparece un gráfico
en la pantalla, reflejando el movimiento a
lo largo de la línea vertical. Esto es útil para
evaluar el movimiento de las estructuras, tal
como válvulas cardiacas o el deslizamiento
de la pleura visceral contra la pleura parietal
durante la ventilación.
Existen múltiples modos Doppler, y
dependiendo del equipo, pueden haber
varios disponibles. Tal como los radares
Doppler muestran los movimientos de los
sistemas del clima, los modos ultrasonido
Doppler muestran el movimiento en gen-eral.
Mientras que el M-mode detecta el
movimiento de las estructuras, el modo
Doppler detecta el flujo del fluido—en este
caso, la sangre. El modo Doppler más común
es el color Doppler. En este modo, el flujo
hacia la superficie de la sonda es mostrado
de color rojo en la pantalla, mientras el flujo
que se aleja es de color azul. Es importante
recordar que a diferencia de los libros de
texto, rojo y azul no necesariamente están
correlacionados al flujo venoso y arterial;
esto depende de la orientación de la sonda.
Este modo puede ser utilizado para ayudar
en una identificación rápida de vasculatura
atrofiada para revelar problemas cardíacos,
incluyendo regurgitación valvular o prob-lemas
estructurales congénitos, tales como
el foramen oval o defectos del septo atrial.
INTERPRETACIÓN
Muchos proveedores pueden dudar al
momento de considerar integrar un sonó-grafo
dentro de sus prácticas dadas sus
preocupaciones (completamente válidas)
a cerca de las competencias para la cor-recta
interpretación de las imágenes. Una
cosa que debe tenerse en mente, es que no
se están ejecutando exámenes avanzados,
tal como evaluaciones cardiacas completas
al mirar con profundidad la función de una
de sus válvulas o al calcular una fracción
de eyección. En términos generales, este
examen debe resolver una simple pregun-ta
con un sí o un no: ¿los pulmones están
insuflados?, ¿hay fluido libre presente en
el pericardio?, ¿la contractilidad cardiaca
es normal?.
Mientras que los exámenes que propor-cionan
cálculos más avanzados se pueden
realizar en un campo con personal que tenga
la suficiente formación, el mayor retorno de
la inversión educativa se encuentra en estos
exámenes más simples, que proporcionan
información diagnóstica, la cual sería impo-sible
de obtener de otro modo, al menos
con la misma precisión. Con suficiente
entrenamiento, la información de estos
exámenes estará disponible como eviden-cia
importante ante pocas opciones de
diagnósticos diferenciales. Es importante
reconocer que esto es sólo una parte del
rompecabezas del cuidado del paciente
ya que el cuadro clínico completo debe ser
considerado.
Considere el ECG de 12 derivaciones: Un
experto puede reunir una enorme cantidad
de información de un ECG de 12 derivadas
para ayudar en diagnósticos tales como
trastornos electrolíticos, anomalías congé-nitas
o cuadros de hipertensión pulmonar.
Sin embargo, la mayoría de los proveedores
de los centros de emergencias reciben un
entrenamiento muy breve de la interpre-tación
de los ECGs, principalmente para
determinar si hay o no IAM . Aunque hay un
gran potencial que se desperdicia en nuestro
entorno, muy poco personal argumentaría
que el ser capaz de diagnosticar un IAM no
ha tenido un enorme efecto positivo en las
poblaciones a las que se enfrentan diari-amente,
aunque no todos sepan reconocer
un cor pulmonale o una aurícula derecha
ensanchada. Al mirar cualquier herramienta
de diagnóstico potencial para el uso por el
personal de cualquier nivel de atención, es
importante mirar los beneficios de su uso y
no hacer las cosas “bien” simplemente por
no poder alcanzar resultados “perfectos” en
el uso e interpretación de estos dispositivos.
Dicho esto, las capacitaciones al per-sonal
y los costos asociados son un factor
importante para el servicio que considere
adoptar un ultrasonido. Sería razonable
suponer que introducir un concepto comple-tamente
nuevo requeriría muchas horas de
formación; Sin embargo, se han realizado
múltiples estudios para evaluar los requi-sitos
de entrenamiento para los nuevos
operadores de ultrasonido paramédico y
se ha demostrado que la competencia se
puede lograr en un período relativamente
corto de tiempo, dependiendo del tipo de
examen.
Un ensayo mostró que después de una
conferencia de 10 minutos, una cohorte de
33 paramédicos fue capaz de identificar
correctamente la presencia de un neu-motórax
en 20 videoclips pregrabados (10
de ellos positivos para neumotórax y 10
normales) con una sensibilidad del 82% y
un especificidad del 94%. Para colocarnos
en contexto, un metanálisis de 2014 de 28
estudios comparó el valor diagnóstico de las
radiografías de tórax en posición supina con
la ecografía torácica, ambas interpretadas
por los médicos en el ambiente hospital-ario.
La sensibilidad y especificidad general
de las imágenes de rayos X fue del 46%
y 100%, respectivamente. El ultrasonido
torácico tuvo una sensibilidad del 87% y
una especificidad del 88,9%. En base a lo
anterior, el grupo de paramédicos de prueba
pudo detectar correctamente neumotórax
a una tasa mayor que los médicos que usa-ban
radiografías de tórax y casi a la misma
velocidad que los médicos, quienes también
utilizaron ultrasonido, después de sólo 10
26 MAYO/JUNIO 2017 | EMSWORLD.com/Revista